A pocos metros de Palacio de Gobierno, frente al Puente Trujillo, los restos del histórico Arco de Lima han sido descubiertos durante unas excavaciones realizadas por ProLima. Esta estructura, de aproximadamente 25 metros de alto, era una de las principales portadas de ingreso a la Lima virreinal y recibía a los visitantes que cruzaban el Rímac rumbo a la Plaza Mayor. Sin embargo, el hallazgo corre el riesgo de quedar en abandono por una insólita razón.
Según denunció el gerente de ProLima, Luis Martín Bogdanovich, las obras de recuperación y puesta en valor del monumento han quedado paralizadas por decisión de Palacio de Gobierno. La razón alegada: motivos de seguridad de la presidenta de la República, ya que las excavaciones se ubican muy cerca del estacionamiento del vehículo presidencial. “Estamos detenidos por razones externas al deber de proteger el patrimonio cultural”, lamentó el funcionario.
Mientras tanto, desde Palacio de Gobierno prefirieron guardar silencio y derivaron la responsabilidad al Ministerio de Cultura, que aclaró que ProLima cuenta con autorización vigente para intervenir en la zona hasta octubre de 2025. Pese a ello, las restricciones impuestas estarían dificultando los avances en un proyecto considerado clave para la memoria urbana e histórica de Lima.
RESTOS DATAN DEL AÑO 1611
El Arco de Lima, diseñado por Fray Jerónimo de Villegas y construido por Juan del Corral, fue inaugurado en 1611 y remodelado varias veces antes de su destrucción en el siglo XIX. ProLima halló vestigios de su cimentación original y parte de la muralla ribereña. La institución espera que se revierta la decisión y se permita continuar con los trabajos que podrían devolverle a la ciudad un fragmento valioso de su historia.