La misteriosa muerte del exfuncionario edil José Miguel Castro ha levantado serias dudas entre peritos forenses y autoridades policiales. El cuerpo fue hallado en el baño de su vivienda en Miraflores por su padre, el exdiputado José Castro Gómez. El informe médico legista detalla múltiples heridas cortantes en el cuello, así como excoriaciones en antebrazos y manos, señales que los especialistas interpretan como resultado de un posible forcejeo.
El antropólogo forense Danny Humpire sostiene que los cortes presentan bordes finos y en movimiento, lo que descartaría una autolesión. Incluso, sugiere que se habría usado un bisturí u otro objeto punzante más preciso que los dos cuchillos hallados en el lugar, los cuales, además, no tienen huellas dactilares. “La víctima estaba en movimiento, esto indica un principio de lucha”, señaló el perito.
Otro dato que refuerza la hipótesis de un homicidio es la cerradura manipulada del baño donde fue encontrado el cuerpo, y la ausencia de una carta o nota suicida. Asimismo, el teléfono celular de Castro fue hallado arrimado a la puerta, lo que para Humpire podría revelar datos cruciales sobre su última comunicación. La División de Homicidios de la Dirincri ya tomó el control del caso.
CASO NILO BURGA
Esta muerte ha sido comparada con el caso de Nilo Burga, ocurrido en diciembre pasado, donde también se encontraron cuchillos sin huellas en el lugar del crimen. Las similitudes entre ambos casos —y las conexiones políticas de las víctimas— han encendido las alarmas en torno a una posible red de encubrimiento o silenciamiento en medio de investigaciones sensibles.
