Una densa y persistente espuma blanca ha vuelto a aparecer en las aguas del río Rímac, principal fuente de abastecimiento para Lima y Callao. La inusual presencia fue registrada a la altura del puente Belaunde Terry, en el distrito de San Martín de Porres, donde grandes bolsas de lo que parece lavaza flotan sobre la corriente, generando preocupación entre vecinos y especialistas.
Ante la alarma ciudadana, Sedapal emitió un comunicado asegurando que el agua contaminada no ha ingresado al sistema de tratamiento, por lo que descartan riesgos para la salud pública. Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por ambientalistas.
Arturo Alfaro, presidente de la ONG VIDA, sostiene que estas espumas serían evidencia de vertimientos industriales clandestinos. “Esto es señal de que nuevamente se están arrojando aguas residuales al río. Las sustancias químicas pueden liberar gases y vapores que podrían afectar la salud de la población, dependiendo del tipo de compuesto”, advirtió.
INICIAN TOMA DE MUESTRAS
Por su parte, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha iniciado la toma de muestras para determinar el tipo de sustancias presentes en el agua, mientras el Ministerio Público mantiene abiertas investigaciones por los casos previos de contaminación. Hasta la fecha, no hay sanciones ni responsables identificados.