Un sicario disparó a quemarropa y asesinó de un balazo en la cabeza a un chofer de transporte público dentro de su cúster. El criminal se hizo pasar como pasajero para subir al vehículo y ejecutar el ataque con frialdad antes de huir en una moto que lo esperaba afuera. La víctima fue identificada como Marcial Oré Huatuco, conductor de la empresa Translima. Su cuerpo quedó recostado en el asiento por varios minutos hasta que vecinos alertaron a las autoridades.
El asesinato ocurrió en una zona conocida por la presencia de colectiveros informales y la ausencia total de patrullaje policial o serenazgo, según denunciaron los vecinos. “Aquí no hay nadie, ni policía ni serenazgo, y por eso pasan estas cosas. Acá roban y nadie hace nada”, afirmó una vecina visiblemente indignada por el abandono de la zona.
Tras el crimen, los conductores de la empresa Translima decidieron suspender operaciones en señal de protesta y como medida de protección. Según uno de sus compañeros, al menos dos trabajadores más estarían amenazados de muerte. “Claro que hay temor, por eso pedimos parar uno o dos días. Hay extorsión a la empresa”, declaró un chofer bajo anonimato por temor a represalias.
TRABAJADORES EXIGEN GARANTÍAS
Los trabajadores evitaron precisar qué banda estaría detrás de las amenazas, pero acudieron a la sede de la empresa para exigir garantías para sus vidas. Piden a las autoridades actuar con urgencia, no solo para identificar y capturar al autor del crimen, sino también para frenar la ola de violencia que ya ha cobrado una vida y pone en riesgo a toda una comunidad laboral.
