Desde el sábado 14 de junio, todos los taxis formales inscritos en el portal de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para Lima y Callao deberán ser de color amarillo. Esta medida forma parte de un plan de estandarización del servicio de taxi, que también exige a los conductores portar placas y láminas reflectivas, casquete, y una cartilla con información del chofer dentro del vehículo.
Quienes no se adecuen a esta nueva disposición serán multados con hasta S/535 y podrían enfrentar la suspensión de su habilitación vehicular. Aunque algunos conductores apoyan la medida como una forma de ordenar el transporte público, muchos otros critican su implementación repentina y el alto costo que implica.
PRECIOS ELEVADOS
Un recorrido por talleres de pintura en La Victoria confirmó los elevados precios: el servicio completo puede costar entre S/1,800 y S/2,000 y tardar hasta una semana. Sin embargo, como alternativa temporal, la ATU permitirá el uso de vinilo amarillo, con precios que rondan los S/800, aunque su duración es menor.
Edwin Derteano, presidente de la Fundación Transitemos, señaló que la medida no resuelve el problema de fondo: la informalidad. Cabe precisar que esta norma no se aplicará a los servicios de remisse o taxis pertenecientes a empresas privadas. Según cifras de la ATU, hay 89 mil vehículos habilitados que deberán adaptarse a esta normativa.