César Carrasco, un ingeniero peruano radicado en Chile, vive uno de los momentos más difíciles desde que emigró al país vecino. Denuncia haber sido víctima de una agresión xenófoba tras verse involucrado en un accidente de tránsito con una mujer chilena. Según su testimonio, el incidente ocurrió cuando la conductora, en lugar de frenar, aceleró e impactó su vehículo por el lado del conductor, justo cuando él se dirigía al centro de salud con su hijo enfermo.
El hecho se tornó violento minutos después. Carrasco relata que, tras bajarse del vehículo para proteger a su hijo ante la presencia de humo, la mujer comenzó a gritar y lo acusó de casi matarla. Luego, familiares de la conductora llegaron al lugar y lo atacaron violentamente. “Me empezaron a pegar entre tres, me tiraron al suelo y me patearon la cabeza. Tengo cuatro puntos, me rompieron la cabeza”, denunció. La agresión fue acompañada de insultos por su nacionalidad.
Lo más alarmante, señala Carrasco, fue la indiferencia de los paramédicos presentes. A pesar de estar visiblemente herido y cubierto de sangre, asegura que le negaron asistencia inmediata mientras su pequeño hijo observaba todo con miedo. “Estaba desesperado, pedí ayuda y no me auxiliaron. Mi hijo estaba asustado, lleno de miedo”, narró con indignación.
ACUDIÓ AL CONSULADO
El connacional acudió al consulado peruano en busca de apoyo, pero solo recibió un correo para enviar su denuncia. A la fecha no cuenta con asesoría legal y teme enfrentar consecuencias judiciales sin defensa. Por las lesiones, estará una semana sin poder trabajar, mientras su hijo de siete años sufre pesadillas producto del ataque. “No sé qué va a pasar. No tengo apoyo, no conozco las leyes. Estoy solo”, lamentó Carrasco.