La empresa de transportes El Tigrillo, que cubre la ruta San Juan de Lurigancho (SJL)-Ventanilla, suspendió sus operaciones este Día del Trabajo tras un violento ataque a balazos en su cochera ubicada en la avenida Pachacútec, en la zona de Jicamarca, SJL. Los extorsionadores, que exigen pagos económicos a la empresa Transport Group Trujillo, atacaron una unidad justo cuando el conductor intentaba estacionarla. El vigilante de la caseta de seguridad y los pocos trabajadores presentes en el lugar se lanzaron al suelo ante los disparos, en un episodio que ha generado pánico entre los conductores y afectado a los pasajeros que dependen de esta ruta.
Extorsionadores siembran terror: Conductores temen por sus vidas
Según las denuncias, los criminales enviaron un mensaje exigiendo a los encargados de Transport Group Trujillo "alinearse" a sus demandas económicas, proporcionando un número telefónico para coordinar los pagos. El ataque, perpetrado en un momento preciso cuando había pocas unidades en la cochera, evidencia la planificación de los extorsionadores. Aunque el conductor atacado no resultó herido, anunció su decisión de abandonar el trabajo por temor a represalias. La Policía Nacional del Perú (PNP) ha iniciado investigaciones, pero la incertidumbre reina: aún no se sabe si la flota de 50 buses retomará su ruta habitual en los próximos días.
Los pasajeros, principales afectados por la paralización, enfrentan dificultades para movilizarse entre SJL y Ventanilla. La suspensión de operaciones, en pleno feriado del 1 de mayo, dejó un panorama desolador en la cochera, con todas las unidades inmovilizadas y los trabajadores en estado de alerta. Este no es el primer caso de extorsión contra empresas de transporte en Lima: la Asociación Nacional de Integración de Transportistas reporta que la mayoría de estas compañías enfrentan amenazas similares, lo que ha llevado a reiterados pedidos de mayor seguridad en distritos como SJL, donde la delincuencia parece ganar terreno.
La PNP ha intensificado los patrullajes en la zona y promete identificar a los responsables del ataque, pero los conductores de El Tigrillo exigen garantías para trabajar sin temor. El clima de inseguridad, agravado por el estado de emergencia vigente en varios distritos de Lima, pone en jaque al transporte público. Mientras las autoridades buscan respuestas, los trabajadores y pasajeros claman por soluciones que devuelvan la tranquilidad a una de las rutas más concurridas de la capital.
