Lo que prometía ser una escapada perfecta por el feriado largo del Día del Trabajador terminó convirtiéndose en una pesadilla para cientos de limeños atrapados en un monumental embotellamiento rumbo al sur. La vía expresa Javier Prado y otras rutas principales colapsaron con vehículos avanzando a apenas 6 km por hora, cuando el límite habitual es de 60. Los bocinazos y el caos vehicular fueron la banda sonora de un viaje que nunca empezó.
Conductores frustrados denunciaron que esta situación es habitual y que la congestión no solo se debe al feriado, sino a la inacción de las autoridades. Algunos pasajeros reportaron demoras de hasta dos horas para trayectos relativamente cortos. Las críticas apuntaron directamente a la falta de planificación vial y a las obras simultáneas en varios distritos sin un control adecuado del tránsito.
La situación refleja un problema estructural de la capital. Según el ranking global de tráfico TomTom 2024, Lima figura entre las tres ciudades con peor congestión vehicular en América. En promedio, los limeños pierden 155 horas al año atrapados en el tráfico, lo que equivale a casi una semana completa. Las causas incluyen el crecimiento desordenado, el uso excesivo del automóvil y una limitada oferta de transporte público eficiente.
ALGUNOS OPTARON POR REGRESAR
Mientras tanto, muchos regresaron a casa sin haber llegado a destino, con una historia más que contar y con la amarga lección de que en Lima, a veces el mayor obstáculo para salir… es simplemente salir. Tal vez la próxima vez, la bicicleta sea una mejor opción.