El Vaticano confirmó esta mañana el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido a las 7:35 am en su residencia de la Casa Santa Marta. El anuncio fue realizado por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, quien comunicó con pesar de que el Obispo de Roma “regresó a la casa del Padre”. Francisco, de 88 años, dedicó su vida al servicio del Evangelio, promoviendo una Iglesia más abierta, misericordiosa y atenta a los descartados del mundo.
Según el acta de defunción firmada por el profesor Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado del Vaticano, las causas del fallecimiento fueron un ictus cerebral y un colapso cardiovascular irreversible. La muerte fue verificada mediante un estudio electrocardiográfico tanatológico. El informe también señala que el pontífice arrastraba antecedentes de salud, incluyendo neumonía multimicrobiana bilateral, hipertensión, diabetes tipo II y bronquiectasias múltiples.
Un pontificado marcado por la reforma y la misericordia
Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio —el primer Papa latinoamericano y jesuita— se convirtió en una figura global de reconciliación, paz y justicia social. Durante más de una década, impulsó profundas reformas dentro de la Iglesia y no dudó en alzar su voz frente a las crisis sociales, económicas y ecológicas del planeta. Su estilo pastoral sencillo y directo le ganó el afecto de millones.
El Papa Francisco será recordado por su incansable defensa de los más vulnerables, su crítica al clericalismo, su llamado a la fraternidad universal y su incuestionable compromiso con una Iglesia en salida. En los próximos días, el Vaticano informará sobre el protocolo del funeral y el inicio del Cónclave para la elección de su sucesor.