La avenida Néstor Gambetta, principal vía para la circulación de tráilers, se ha convertido en un punto crítico de congestión vehicular en el Callao. Cada segundo, decenas de vehículos de alto tonelaje circulan por esta ruta con dirección a la avenida Faucett, lo que genera serios cuellos de botella a pocos metros del aeropuerto Jorge Chávez. Para aliviar esta situación, la Municipalidad del Callao ha habilitado un nuevo tramo de la avenida Carlos Eizaguirre, que se presenta como una alternativa para redirigir el tránsito pesado sin afectar directamente a Lima Metropolitana.
La obra contempla 1.4 kilómetros de vía asfaltada que reemplaza una antigua trocha poco transitable. Con una inversión de 10 millones de soles, la nueva Eizaguirre permitirá a los camiones circular por una ruta paralela a Faucett, aliviando el tránsito hacia la avenida Perú. Según Carlos Arana, gerente de Desarrollo Urbano del Callao, esta nueva conexión será clave para descongestionar la zona del óvalo 200 Millas, donde actualmente hay un cierre por obras del Metro de Lima.
Sin embargo, la implementación completa de esta vía requiere del trabajo coordinado con otras entidades. Por un lado, se necesita que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) intervenga en la avenida Néstor Gambetta, una vía nacional, para facilitar el ingreso adecuado de los camiones. Actualmente, los vehículos deben hacer maniobras complicadas que solo aumentan el caos vehicular. Por otro lado, se requiere la intervención urgente de la Municipalidad de Lima Metropolitana para continuar la obra en el tramo que corresponde al distrito de San Martín de Porres.
VÍA ESTRATÉGICA
Los vecinos de esta zona, en tanto, siguen viviendo en condiciones poco dignas. El polvo, el ruido constante y la falta de infraestructura urbana han afectado su salud y calidad de vida. La continuación de la avenida Carlos Eizaguirre, además de servir como aliviador vial, podría convertirse también en una vía estratégica de acceso al nuevo aeropuerto Jorge Chávez. La ejecución completa de este proyecto depende ahora de una acción conjunta entre los gobiernos locales y el Ejecutivo.