En pleno corazón de Barrios Altos, en el cruce de los jirones Lamar y Tarapacá, se alza un edificio de diez pisos que, a simple vista, parece una moderna construcción. Sin embargo, tras una inspección más detallada, se ha despertado la preocupación entre vecinos y autoridades, pues podría estar funcionando como un depósito clandestino, representando un alto riesgo de incendio.
Luego del último siniestro en la zona, las autoridades han intensificado la supervisión de inmuebles utilizados como almacenes sin las medidas de seguridad adecuadas. En este caso, el edificio cuenta con una puerta de fierro en el primer piso, varias cámaras de seguridad y una estructura superior aparentemente cubierta con plástico. Además, se han encontrado avisos de alquiler de pequeños ambientes con baño propio, lo que podría indicar que el lugar es utilizado para otros fines.
Durante la visita de un equipo periodístico, algunas personas se mostraron hostiles e incluso realizaron llamadas telefónicas, preguntando cómo debían reaccionar ante la presencia de los reporteros. Vecinos de la zona indicaron que el edificio ha estado en ese estado desde hace tiempo y que anteriormente pertenecía a personas de origen amazónico, aunque desconocen quiénes son los actuales propietarios.
ZONA DECLARADA PATRIMONIO CULTURAL
El inmueble se encuentra en una zona declarada patrimonio cultural, lo que levanta aún más dudas sobre cómo logró ser construido sin que la Municipalidad de Lima lo identificara y supervisara adecuadamente. Los vecinos exigen respuestas y medidas urgentes para evitar futuras tragedias.
