La empresa de transporte San Diego ha reanudado sus operaciones después de tres días de paralizaciones debido a un atentado vinculado al cobro de cupos. Este sábado, algunos conductores decidieron salir a trabajar, a pesar de los riesgos que enfrentan por la amenaza de extorsionadores que ponen en peligro su seguridad y la de sus pasajeros.
La situación ha generado un ambiente de temor entre los choferes, quienes, en su mayoría, evitan hablar ante las cámaras por miedo a represalias. Aseguran que nadie se siente seguro en estas circunstancias, y que la amenaza constante de los extorsionadores ha creado un clima de incertidumbre para los miles de usuarios que dependen del servicio de transporte.
La paralización de las operaciones ha afectado gravemente a los conductores, quienes, ante la falta de ingresos, se ven obligados a recurrir a préstamos para poder subsistir. Esta realidad pone en riesgo no solo su bienestar económico, sino también el de sus familias.
EXIGEN SEGURIDAD
Ante esta crítica situación, los trabajadores de San Diego exigen que las autoridades garanticen su seguridad y han solicitado al gobierno que declare en emergencia el transporte. La comunidad espera que se tomen medidas efectivas para abordar esta problemática y restaurar la confianza en el servicio de transporte público.
