El congresista de la República Wilson Soto solicitó al Gobierno la declaración de un estado de emergencia en toda la ciudad de Lima ante la creciente ola de violencia que incluye los robos, sicariato y extorsiones.
Sin embargo, la efectividad de esta propuesta ha sido cuestionada, considerando los antecedentes de su implementación en distritos como Lince, San Juan de Lurigancho y Cercado de Lima.
José Baella, exjefe de la Dircote, sostiene que un estado de emergencia sin un plan estratégico sería ineficaz. "Para decretar el estado de emergencia, es esencial tener un plan preconcebido que incluya qué harán las Fuerzas Armadas y qué operativos se realizarán", señaló Baella.
Al respecto, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, enfatizó en la necesidad de invertir en inteligencia. "La inversión en inteligencia es crucial para combatir delitos como el sicariato y la extorsión. No veo la voluntad política para invertir en este aspecto", afirmó.
COMERCIANTES OPINAN
Consultados sobre la medida, los comerciantes, que son frecuentemente víctimas de extorsiones y sicariato, mostraron opiniones divididas. Algunos creen que la presencia militar podría ser beneficiosa, mientras que otros consideran que podría paralizar el comercio y el desarrollo económico.
