En el distrito de Los Olivos, vecinos y comerciantes enfrentan una situación crítica con respecto al servicio de gas natural provisto por la empresa Calidda. Lo que inicialmente fue una decisión para mejorar la calidad de servicio se ha convertido en un dolor de cabeza para varios negocios locales.
Numerosos comerciantes, incluyendo una chicharronería administrada por el señor Manuel Toribio y una lavandería propiedad de la señora Rosa Huamaní, han sido acusados por Calidda de manipular los medidores de gas, acusaciones que los afectados niegan rotundamente.
La señora Huamaní reportó por primera vez la anomalía en junio del año pasado, luego de notar irregularidades en su factura, que inesperadamente marcaba un total a pagar de 0 soles desde febrero del 2023.
A pesar de múltiples intentos por comunicarse con la empresa para resolver la situación, sus reclamos no han sido atendidos satisfactoriamente, enfrentando ahora la amenaza de costosas tarifas de reinstalación.
Por su parte, el señor Toribio vio suspendido su servicio en marzo pasado tras ser acusado de manipular el medidor, incluso señaló haber dejado de utilizar el gas natural. A pesar de ello, continuó recibiendo facturas de consumo. A ambos negocios, la empresa se les ha exigido pagar una cuantiosa suma de dinero, la cual ellos consideran injusta y desproporcionada.
PRONUNCIAMIENTO DE CALIDDA
En respuesta a estas acusaciones, Calidda emitió un comunicado señalando que las acciones de suspensión de servicio se llevaron a cabo por razones de seguridad, ante la detección de vulneraciones en las cajas de medición.
Respecto al caso de la lavandería, la empresa afirma que el monto solicitado corresponde al consumo de gas natural no cobrado durante los meses en cuestión, descartando la imposición de multas adicionales. Hasta el momento de este informe, no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso de la chicharronería.
