El informe señala que Corpac, la entidad encargada de la administración aeroportuaria, no contaba con un plan de contingencia adecuado, pese a que la Defensoría ya había advertido sobre esta carencia.
Además, se confirmó que el mantenimiento preventivo de las instalaciones eléctricas de la pista de aterrizaje no se habría realizado de manera oportuna, lo que habría originado el cortocircuito.
Otra grave observación es la ausencia de mecanismos de reclamación directa para los pasajeros afectados por este incidente. La Defensoría indica que, al no existir una relación contractual directa entre Corpac y los usuarios, son las aerolíneas las únicas interlocutoras, dejando a los pasajeros en una situación de vulnerabilidad.
Asimismo, recomiendaron a Indecopi garantizar la presencia de personal en los aeropuertos para orientar a los usuarios y supervisar el cumplimiento de los libros de reclamaciones.
PIDEN RESTRUCTURACIÓN
Finalmente, el informe concluye que este incidente evidencia la fragilidad de la seguridad operacional en el servicio aeroportuario nacional, por lo que urge la reestructuración de Corpac. Ante ello, el Ministro de Transportes anunció la reorganización de esta entidad para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
