En el distrito del Rímac, un aspirante a la Policía Nacional de nombre Randú, experimentó un devastador accidente que cambiaría su vida para siempre.
Mientras transitaba por la avenida Garcilaso de la Vega después de completar los trámites de inscripción en la escuela de policía, fue impactado por un bus del corredor morado, sufriendo graves heridas.
El accidente dejó a Randú gravemente herido, con la pierna izquierda tan afectada que tuvo que ser amputada. Esta dolorosa pérdida truncó sus sueños de pertenecer a la Policía Nacional del Perú, una meta que había perseguido con dedicación y esfuerzo.
Tras el trágico incidente, el consorcio de transporte brindó apoyo para cubrir los gastos de la operación de Randú. Sin embargo, la madre del joven ha hecho un llamado público para solicitar apoyo adicional durante el proceso de tratamiento y rehabilitación de su hijo.