Con un severo moretón en el ojo y una serie de golpes en el resto del cuerpo, así terminó Luis Briceño, un joven repartidor de nacionalidad venezolana, quien jamás imaginó que entregar un pedido lo pondría al borde de la muerte.
Una condición delicada de salud que a su agresor poco o nada le importó al momento de atacarlo a punta de golpes la noche del último viernes en Surquillo. El injustificado motivo detrás de este ataque habría sido que Luis tocó varias veces el timbre del edificio.
SIN RESPUESTA
Aunque el agraviado ha colocado la denuncia en la comisaría del sector y pasó por médico legista, hasta la fecha no ha obtenido respuesta alguna por lo que espera que los operadores de justicia hagan su trabajo y pongan a este agresor tras las rejas.
Incluso Luis asegura que su agresor que responde al nombre de Dany agarró su bicicleta con la que reparte los pedidos para continuar atacándolo, pero fue detenido por otros vecinos.