Tras el pernicioso derramamiento de petróleo en el mar por parte de la refinería La Pampilla de Repsol, personas de gran corazón han dejado todo para remediar con sus propias manos lo que otros destruyeron.
Este es el caso de Luis Vargas, un joven costarricense, vecino del distrito de Ventanilla quien fue uno de los primeros testigos de reportar el crudo en la playa debido al insoportable olor que se desprendía en la zona.
Al percatarse de lo ocurrido, lo único que hizo desde ese día fue intentar poner a buen recaudo la vida animal, que quedó afectada. “Yo no sé nada de rescatar animales. Pero al ver la contaminación de la playa, no lo dudé y bajé a ayudar”, destacó Luis Vargas, considerado ‘El Ángel de los animales’.
BAJO EL CUIDADO DE SERFOR
Las crudas imágenes muestran el grave daño causado al ecosistema marino no solo en Ventanilla, sino en otras playas de diferentes distritos. Al ver de cerca la muerte de inocentes animales y embarrados de petróleo, el joven junto a otros acudieron a rescatar las especies.
Sin importar contaminarse, ingresaron al mar para poner a buen recaudo a la fauna marina, así como aves que hoy están bajo el cuidado del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
