Alrededor de casi 5 mil ciudadanos se hicieron presentes en la Plaza Martín, lugar escogido por los manifestantes para alzar su voz de protesta contra la vacancia presidencial y en rechazo al cambio de Jefe de Estado.
Justamente, los manifestantes iniciaron su movilización desde este punto de encuentro en dirección al Congreso de la República, donde Manuel Merino juramentaría como presidente del Perú.
Sin embargo, el gran despliegue policial hizo imposible el avance de estas personas. La Policía utilizó numerosas bombas lacrimógenas y disparos de perdigones para reprimir a los manifestantes.
Tras la toma de mando de Manuel Merino como flamante presidente del Perú, los ciudadanos continuaron protestando hasta altas horas de la noche.
En la protesta también hubo infiltrados, quienes cometieron actos vandálicos cuando intencionalmente dañaron la propiedad privada de otros.