Desde la llegada de la pandemia a nuestro país, muchas personas, en su mayoría recicladores encontraron en la calle un refugio para pasar sus días.
Un grupo de recicladores vive en precarias condiciones bajo un puente de la Panamericana Norte, a la altura del paradero Las Pilas en el límite de los distritos de Independencia y Los Olivos. Sin acceso al servicio básico del agua, recurso indispensable para combatir la emergencia sanitaria, falta de alimento, sin dinero y expuestos al frío pasan sus días a la intemperie.
En una improvisada cocina intentar preparar una olla común y compartir los pocos alimentos entre todos. Entre plástico y cartón, se acomodan para refugiarse del frío y de la indiferencia de mucho. Ellos son olvidados por sus familias, pero, también por las autoridades.