Como todos los años, el mundialito El Porvenir regresó con su 69° edición en el distrito de La Victoria. Para los vecinos de los barrios más populares de la zona, este evento es parte de su tradición, “es una fiesta”.
Cientos de victorianos abarrotaron los techos, edificios y calles de la zona para ver cómodamente todos los partidos. Mientras que en las tribunas oficiales se vivía con gran pasión cada minuto del juego.
En las calles aledañas se ofrecían exquisitos platos de La Victoria a módicos precios. La sorpresa de este año fue que el municipio victoriano prohibió la venta de bebidas alcohólicas en la vía pública.
Además, hubo gran cantidad de efectivos policiales y serenos, así como rejas para restringir el ingreso a la cancha principal, aunque esto no fue del total agrado de todos los vecinos.