En el Mercado Central unos menores, siempre acompañados por adultos que serían sus propios padres, en cuestión de segundos sustraen billeteras y celulares dentro de establecimientos comerciales. Según la policía estos niños, al parecer, son instruidos por sus tutores para cometer estos delitos. Una cámara de videovigilancia en una tienda de mochilas, en el concurrido mercado, captó a dos mujeres que llegaron con dos menores de edad. Una de ellas lleva un bebé en brazos. Simularon ser clientes y observaron los productos, pero en realidad lo que estaban haciendo era buscar su objetivo.
La mujer que llevaba al bebé miraba por todos lados y le hizo una señal a quien sería su hijo. La vendedora se concentró en las acciones de las mujeres, sin sospechar que el pequeño en segundos se apoderó de un celular y lo guardó en su bolsillo. Con lo robado, todos se retiraron de la tienda.
Casos similares ocurrieron en locales en San Juan de Lurigancho y en la zona de Mirones Bajo, en el Cercado de Lima. A estos delincuentes no les interesa robar la niñez de estos pequeños para conseguir lo que quieren.
Mayormente, los introducen al mundo del hampa desde desde sus primeros años de vida, y al parecer nadie puede hacer nada para frenar estos aberrantes hechos.
