En el Cercado de Lima, la policía intervino una óptica clandestina que tenía un laboratorio rústico, en el que fabricaban lentes de contacto de forma artesanal. En este lugar, los trabajadores empleaban tintes de colores sobre recipientes en mal estado para elaborar los lentes de contacto a pedido del cliente.
Durante el operativo se intervinieron diversas ópticas clandestinas que funcionaban en un centro comercial de la avenida Andahuaylas. El servicio que se ofrecía en los locales era el de medida de vista, seguido de un diagnóstico de enfermedades, a pesar de no contar con un oftalmólogo profesional.
Asimismo, se comprobó que algunos locales no tenían licencia para realizar medidas de vista, lo que podría generar que estas constantes actividades causen ceguera a los pacientes. Según los agentes policiales, este acto es calificado como delito contra la salud pública.
