Chile enfrenta una crisis migratoria que ha llevado al gobierno de Gabriel Boric a militarizar la frontera norte del país. El personal militar se ha sumado a las labores de control, persiguiendo a migrantes en situación irregular y conduciéndolos fuera del territorio nacional.
Las fuerzas policiales, como Carabineros y la Policía de Investigación, cuentan ahora con el apoyo directo del ejército. Además, el gobierno chileno ha iniciado una nueva etapa de vigilancia fronteriza con el despliegue de drones para patrullaje aéreo, informó el ministro del Interior, Álvaro Elizalde.
FRONTERAS POROSAS EN PERÚ
El especialista en seguridad Andrés Gómez de la Torre destacó que mientras Chile ha adoptado una política sólida y proactiva en materia de seguridad pública, Perú mantiene fronteras más porosas. “Chile decidió que el ejército tenga un rol más activo para apoyar a las fuerzas de seguridad”, señaló.
Actualmente, las fuerzas chilenas están desplegadas en la zona de Colchane, una región a casi 4,000 metros sobre el nivel del mar que separa Chile de Bolivia. En esta agreste región, muchos migrantes venezolanos intentan superar las duras condiciones para buscar una mejor oportunidad de vida.
