El féretro de la Reina Isabel II llegó a la sede del Parlamento británico, proveniente del Palacio de Buckingham, su morada durante más de siete décadas, para un multitudinario homenaje en Londres que será la última etapa de su largo adiós antes del funeral y entierro previstos para el 19 de septiembre.
Miles de personas se han reunido en las calles de la capital de Reino Unido para ver el cortejo fúnebre y algunas han pasado horas e incluso más de un día esperando en la cola para entrar a Westminster Hall, donde se encuentra la capilla ardiente, que estará abierta durante casi cinco días.
Los seguidores de la monarca, ya cuentan con pulseras amarillas, el cual les asegura un lugar en la capilla ardiente. Los medios británicos estimaban que unos 750.000 ciudadanos esperarán pacientemente para despedirse de la reina en las colas que se extenderán a lo largo de unos 10 kilómetros a orillas del río Támesis, día y noche hasta el 18 de septiembre. Para ello se han instalado baños, puntos de servicios médicos he incluso bicicletas.
ÚLTIMO ADIÓS
Se espera la asistencia de más de 100 dignatarios y otras personalidades, entre ellos el presidente estadounidense, Joe Biden; el rey de España, Felipe VI, y su padre Juan Carlos I; o el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
El entierro de la soberana, tendrá lugar en la Capilla san Jorge en el Castillo de Windsor, en una ceremonia privada a las 11 de la mañana. En ese lugar también yacen los restos de su difunto esposo y sus padres.