En los Estados Unidos, un padre rompió a llorar al escuchar nuevamente el latido del corazón de su hijo fallecido, grabado por el receptor del órgano durante un electrocardiograma. El joven de 16 años falleció en enero del año pasado en un accidente de tránsito y según cuenta se encontraba viajando como pasajero en un auto, sin cinturón de seguridad.
Luego de la tragedia, la familia decidió donar sus órganos, pero como es habitual nunca supieron quiénes habían sido los receptores. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que la hija de uno de los beneficiados encontró la pista de la familia que le devolvió la vida a su padre y decidió agradecerles enviándoles un regalo maravilloso.
El obsequio era un pequeño oso de peluche con la grabación de los latidos del corazón de su hijo fallecido. El peluche tiene puesta una camiseta que dice: "El mejor papá de todos".