Con 38 votos a favor y 3 en contra, el Senado chileno aprobó este jueves en medio de incidentes, el proyecto para reformar la Constitución del país. Con esa decisión, el Congreso quedó habilitado para llamar al plebiscito, en donde decidirán si se convoca una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna.
Es decir, los chilenos acudirán a las urnas el próximo 26 de abril para elegir si quieren una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería redactarla: una Convención Mixta Constitucional (la que estaría integrada por congresistas, representantes políticos, ciudadanos), o si eligen que sea una Convención Constitucional (equivalente a una Asamblea Constituyente, donde todos sus miembros son elegidos a través de una votación).
Durante el debate, un grupo de feministas ingresó al Congreso para exigir que se apruebe la paridad de género en la elección de los constituyentes que redactarán la nueva Carta Magna, sin embargo este pedido fue rechazado y también denegaron incluir la representación de pueblos indígenas en la eventual Asamblea Constituyente.