En los Estados Unidos, Alelia Murphy, una residente del barrio neoyorquino de Harlem considerada como la persona de más edad en esa nación, murió a los 114 años. Nacida en 1905 en la localidad de Grifton en Carolina del Norte, se instaló en Nueva York en 1926.
Quedó viuda en 1953 y mantuvo a su familia trabajando como costurera durante la mayor parte de su vida. Según su familia, Murphy siempre atribuyó su longevidad a “Dios y a ser una buena persona”.
La noticia fue anunciada por el sindicato del que es miembro una de sus hijas, entidad que el pasado julio ayudó a organizar una gran fiesta por su cumpleaños.
“Es con gran pesar que compartimos la noticia del fallecimiento de la señora Alelia Murphy. Murphy era la estadounidense viva de más edad”, señaló en un breve comunicado el sindicato de trabajadores del sector sanitario.
