Estudios de una universidad canadiense demostraron que niños entre dos y tres años que usan de forma excesiva los dispositivos móviles, pierden habilidades interpersonales, motoras y comunicativas.
Según explicaron, esto se debe a que el cerebro se acostumbra a recibir estímulo, sin ningún tipo de esfuerzo y "olvida" cómo generarlos. Además, el uso de los aparatos aumenta el desapego familiar.
El estudio realizado durante diez años afirma que evitar la tecnología en menores de tres años ayudará en el crecimiento del menor.