Luego de que el bebé Alfie Evans fuera desconectado del respirador artificial, y que aún así siguiera respirando pese a su crítico estado, no pudo resistir más y falleció este sábado, según informaron sus familiares.
El pasado miércoles la justicia británica rechazó un recurso presentado por los padres del pequeño de 23 meses, con apoyo del papa Francisco y del gobierno de Italia, para continuar el tratamiento en Roma.
El pequeño había conseguido cientos de seguidores en Reino Unido y Estados Unidos que se solidarizaron con su causa. Al enterarse del fallecimiento del infante, se reunieron y soltaron globos de colores en su honor.
Alfie sufría de una enfermedad neurodegenerativa que devastó su cerebro y fue hospitalizado desde diciembre del 2016. Un año después, el hospital decidió que no había posibilidad de recuperación, por lo que decidió retirar las máquinas que lo mantenían con vida. Desde ese momento, los padres del bebé lucharon con la justicia británica para intentar salvar a su hijo, pero sin éxito.
