El gobierno australiano prohibió que se difundieran las imágenes argumentado de que se dañarían las relaciones con el gobierno japonés. Tras una lucha legal por publicar las imágenes, la organización ecologista Sea Shepherd las hizo públicas..
En las imágenes se puede ver cómo embarcaciones japonesas persiguen a los cetáceos hasta cansarlos y, una vez agotados, los clavan con harpones que envían shocks eléctricos. Las imágenes son crudas.
El video data del año 2008, las imágenes que eran de conocimiento de las autoridades australianas, sirvieron para determinar que el programa japonés de pesca era ilegal y se detuvo la casa. Sin embargo, la misma retomó la persecución de las ballenas a fines del 2016.