Gran preocupación ha causado en el mundo el desprendimiento de uno de los icebergs más grandes de la historia en la Antártida. Sin embargo, este fenómeno no tendría ninguna repercusión negativa en Sudamérica, según los estudiosos.
La masa de hielo de un billón de toneladas y 5 mil 800 kilómetros cuadrados es cuatro veces más grande incluso que la Ciudad de México. La ruptura que se produjo hace dos días estaba dentro de los cálculos, según informan los investigadores. Cabe resaltar que los estudiosos han seguido el desarrollo de la fisura desde hace una década.
Este bloque de hielo de grandes proporciones fue bautizado con el nombre de 'A-68' y se había previsto que flotaba antes de zafarse, por lo que los científicos no creen que se produzca un incremento del mar a corto plazo. Además, este hecho tampoco está considerado como una consecuencia del calentamiento global, aunque sí pudo haber influido en la separación.
"El verano antártico fue uno de los más calurosos de las últimas décadas, de todas formas este es un hecho que tiene consecuencias", afirma uno de los expertos que viene siguiendo el caso. Finalmente se pudo concluir que éste iceberg no se moverá muy rápido, pero se hará un seguimiento ante la posibilidad de que un fenómeno natural lo lleven hacia Sudamérica y sea un obstáculo para la navegación.
