Si Francisco de Asís es el santo patrono de los animales, ¿por qué no tener en su orden a un peludo y dulce Schnauzer? Los integrantes del Monasterio de San Francisco de Cochabamba no encontraron mejor manera de honrar a su patrón adoptando a un perro abandonado.
El simpático can, a quien llamaron Fray Bigotón, fue adoptado por la fraternidad, que no dudaron en ayudarlo cuando lo encontraron deambulando por la ciudad.
También es conocido como fray Carmelo y fue vestido con el mismo atuendo que llevan sus dueños. Además vive dentro del monasterio de esta fraternidad, donde es considerado un hermano más.