La aparición de Snorlax, uno de los pokémones más difíciles de capturar, provocó la histeria de miles de jugadores de Pokémon Go, que por minutos paralizaron el tránsito en una céntrica calle de Taipéi, en Taiwán.
Este juego no solo ha logrado que miles de seguidores de diversas partes del mundo se reúnan en las calles, sino también los expone a ser víctimas de robo o sufrir un accidente en su afán de poder atrapar a una de estas criaturas.
Por otro lado, en algunos países ven el juego como una forma para poder dar a conocer marcas y a la vez ofrecer puntos de encuentro donde algunos no solo cazan pokémones y suben de nivel, sino también hacen nuevos amigos.