Policías de la isla de Papúa Nueva Guinea abrieron fuego contra estudiantes que se movilizaban para exigir la renuncia del primer ministro del país oceánico, dejando al menos cuatro muertos y decenas de heridos.
Los agentes comenzaron a golpearlos, lanzarles gases lacrimógenos y acabaron disparando contra la multitud. Durante los enfrentamientos se produjeron también saqueos.
Cabe señalar, que gran parte de los siete millones de habitantes de este país vive en la extrema pobreza, a pesar de su importante planta de gas licuado y de sus minas de oro.