Lava Jato no solo ha puesto en aprietos al expresidente Lula da Silva y la actual mandataria de Brasil Dilma Rousseff, sino que este grave caso de corrupción tiene un impacto de alcance mundial, sobre todo en nuestra región.
Expertos estiman que las actividades delictivas se desarrollaron durante 10 años, tiempo en el que empresas sobornaban a altos funcionarios de Petrobras para conseguir contratos multimillonarios con la petrolera estatal.
Así se inicia el primer capítulo de una historia engorrosa donde figuras políticas, empresarios, líderes religiosos y partidos políticos vienen siendo investigados, generando un impacto político en Brasil. Las probabilidades de que Rousseff sea destituida aumentan, además del declive de la izquierda en la región.
El hecho que también ha tocado a nuestro país genera diversas interrogantes, sobre todo tras los informes de la Policía Federal que involucrarían al propio presidente Ollanta Humala.