Al menos 50 mil ciudadanos tomaron las calles de Atenas con rumbo al parlamento, para exigir que se frene el sistema de jubilaciones que coincide con las negociaciones que el gobierno griego mantiene con los acreedores internacionales.
Ciudadanos aseguran recibir 700 euros al mes por 40 años de trabajo, un pago indignante para ellos.