En las imágenes, se observa a un policía de Dallas correr de un lado a otro entre un grupo de jóvenes afroamericanos, en ropa de baño, gritándoles que se echen al suelo, esposando a uno de ellos y, finalmente, maltratando e inmovilizando a una niña de catorce años después de sacar su pistola y amenazar a otros chicos.
Nadie, según se observa en las imágenes que han indignado al país, parece entender qué está pasando ni a qué se debe todo eso. Ocurrió en McKinney, en los suburbios de la ciudad de Dallas.
Al parecer todo se inició en una piscina comunitaria del barrio de Craig Ranch, donde un grupo de menores afroamericanos celebraba una fiesta de cumpleaños. Algunos residentes llamaron a la policía para expulsar a los chicos porque el acceso a la piscina está limitado a los vecinos.
