Dos palestinos asesinaron a al menos seis israelíes en un ataque a una sinagoga en Jerusalén. Los atacantes que fueron abatidos por la policía israelí a la salida del local, iban armados con una pistolas, hachas y cuchillos con los que dieron muerte a sus víctimas.
El grupo islamista Hamas saludó el brutal ataque, mientras que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu aseguró que se castigará duramente a los que comentan actos terroristas contra la colectividad israelí.
Los asesinos identificados como Ghassan y Uday Abu Jamal, primos residentes de un barrio palestino al Este de Jerusalén, definieron el ataque como "una acción de calidad, heroica, y respuesta natural" a través del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el grupo que ha reivindicado el atentado, afirmando que "es una forma de resistencia que debe aumentar".