Haciendo gala de un gran sentido del humor, el Papa Francisco recomendó ayer a los miles de fieles que acudieron a la Plaza San Pedro del Vaticano una novedosa 'medicina espiritual', a la que denominó 'Misericordina'.
"Os quiero aconsejar a todos una medicina, algunos pensarán '¿ahora el Papa es farmacéutico?'", dijo el Pontífice mostrando un envase en el que se podía leer: "Misericordia, 50 gramos para el corazón".
Con un rosario e indicaciones de uso en cuatro idiomas, ayer se distribuyeron entre los fieles 20.000 envases similares a los que mostró el Pontífice.
"Como medio de prevención se toma una vez por día, dice la posología, y en casos urgentes, tantas veces cuanto lo pida el alma. La posología es idéntica para niños y adultos", agregó el Papa.
La idea del particular envase provino de un grupo de seminaristas polacos devotos de Faustine Kowalska, una monja polaca canonizada en 2000 por Juan Pablo II que lanzó el culto de la "misericordia divina".