En los últimos años el turismo sexual se ha incrementado considerablemente en Senegal, pese a que más del 95 por ciento de su población profesa la religión musulmana. Sucede que este país se ha convertido en un verdadero paraíso para muchas mujeres adineradas, quienes están dispuestas a pagar lo que sea con tal de tener una aventura temporal con algún caballero africano.
Cabe señalar que la mayoría de turistas son mujeres mayores que busca a apuestos jóvenes de entre 18 y 25 años, dispuestos a entregarles todo tipo de lujos a cambio de que se conviertan en sus compañeros por una noche o de varias, dependiendo del trato. No solo les entregan grandes cantidades de dinero, sino que algunas incluso les compran casas y hasta vehículos, algo que los senegaleses difícilmente pueden rechazar.
Gracias a esta actividad muchos jóvenes han encontrado en el turismo sexual una forma de vida que les permite subsistir de una manera cómoda, incluso con el dinero ganado pueden mantener a su familia de una manera más digna. Los contactos se producen en las playas, donde muchos senegaleses entrenan atléticamente mientras las mujeres europeas les observan, las relaciones comienzan con una simple conversación y a partir de ella progresan en función de la afinidad y el trato.
Gracias a estas relaciones esporádicas algunos senegaleses han conseguido que sus amantes europeas les envíen remesas de dinero mensuales, pese a que han terminado las vacaciones y están de regreso en europa.
El turismo sexual en este país ha crecido de una forma desmedida en los últimos años y ha hecho que muchos jóvenes abandonen sus trabajos y ahora vivan gracias a las dádivas de estas sexagenarias señoras europeas.