Todos tenemos un sueño, pero no todos medidos más de 2 metros y 30 centímetros de altura. Este es el caso de Robert Bobroczky, cuyo su semejante tamaño podría permitirle realizar su sueño: ser un jugador de baloncesto profesional.
El crecimiento extremo le ha provocado una escoliosis que le ha generado un problema es la espalda y la cadera. Pero eso no le importa pues asegura que tiene fortaleza y mucha energía. Cualidades que le han valido un buen desempeño en el básquet.
El menor fue fichado por el Spire Institute de Geneva, en Ohio. En dicho lugar, se tuvo que adaptar cada detalles de los lugares donde pasa mayor tiempo como su escritorio, ya que debido a su estatura, lo que necesita no es de tamaño convencional.