El emblemático acantilado de la Costa Verde, que bordea una de las vías más transitadas de Lima, se ha convertido en una trampa mortal tanto para peruanos como para turistas. La inestabilidad de sus suelos y las construcciones al borde del precipicio han puesto en alerta a especialistas y autoridades.
El riesgo de derrumbes no es nuevo. En Chorrillos, una mujer perdió la vida tras ser impactada por una roca de 70 kilos que cayó del acantilado. Este tipo de accidentes se podrían replicar en Miraflores, donde un conocido restaurante, ubicado al borde del acantilado, representa una amenaza inminente.
Según el ingeniero Néstor Huamán, experto en geotecnia, la zona es altamente inestable debido a la composición del suelo. Además, el peso de la terraza del restaurante y la maquinaria utilizada en su construcción agravan la situación.
ALCALDE DE MIRAFLORES SE PRONUNCIA
Aunque el alcalde de Miraflores, Carlos Canales, asegura que no existen filtraciones en la zona gracias a sistemas de geomembranas y desagües, el ingeniero Huamán mostró evidencias de humedad y hundimientos cerca del restaurante. “Estas filtraciones, sumadas a la erosión natural, podrían provocar un colapso incluso sin un sismo de gran magnitud”, advirtió.