Según “The Sun”, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de hacerse con toda la producción mundial del medicamento Remdesivir, uno de los dos medicamentos aprobados para tratar el nuevo coronavirus COVID-19, ha generado la indignación de los científicos y la inquietud de los gobernantes europeos.
La administración Trump había comprado más de 500.000 dosis de Remdesivir, lo que supone todo el suministro mundial para el mes de julio y el 90 por ciento de las existencias para agosto y septiembre.
Cabe indicar que en los próximos tres meses ningún país podrá acceder al fármaco y lo que es peor, ningún paciente podrá recibir el tratamiento hasta octubre si vive fuera de los Estados Unidos.