El coronavirus avanza incontenible por varios países del mundo, provocando pánico y desesperación en las personas, que buscan comprar mascarillas como una medida de protección ante la epidemia.
Esta histeria colectiva llevó a que en la ciudad de Isesaki, en Japón, un grupo de personas se agredan y arranchen las últimas tapabocas que había en una farmacia, sin que ninguna autoridad intervenga.
Según los administradores de farmacias y boticas, estos hechos ocurren por la escasez de este tipo de productos ante la gran demanda que hay por el temor a ser contagiados por el coronavirus.