Miles de manifestantes de Hong Kong están eufóricos de alegría después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya firmado la flamante ley en favor de la democracia y los derechos humanos en la antigua colonia británica. Las celebraciones se dieron en una asamblea en el centro del territorio autónomo para dar las gracias a EE.UU. por aprobar dicha ley, donde al menos 10.000 personas se dieron cita.
Por otro lado en Pekín, el Gobierno central de China amenazaba a Washington con “represalias” sin precisar, en un nuevo episodio del deterioro de la relación entre ambas potencias.
La reacción de China, que desde hacía semanas advertía a los Estados Unidos que no diera ese paso, se dio en un comunicado, donde el Ministerio de Exteriores aseguró que su Gobierno “y el pueblo se oponen a firmemente a actos hegemónicos tan descarados”.
Cabe indicar que el viceministro de Relaciones Exteriores Le Yucheng convocó al embajador norteamericano, Terry Branstad, para transmitirle la “firme oposición” de su país a lo que considera una medida con “intenciones maliciosas”.