Uno de los animales marinos más impresionantes es sin duda la mantarraya, cuya especie gigante puede llegar a superar los cinco metros de largo y pesar más de una tonelada. Sin embargo, también llama la atención por una característica muy peculiar: puede saltar varios metros por encima de la superficie del mar, dando la impresión de que está volando.
Los expertos no saben con certeza por qué lo hacen pero se piensa que puede ser parte de un ritual de apareamiento o sencillamente lo harían por puro placer. Lo que sí se conoce es el mecanismo que estos peces utilizan para poder lograr los inusuales movimientos.
La clave está en las potentes aletas pectorales dispuestas en forma de alas que les permiten nadar a gran velocidad. Y es que desde unos pocos metros de profundidad se pueden impulsar para alcanzar la superficie y una vez fuera del agua, continúan moviendo sus extremidades mientras están en el aire, con lo que prolongan el tiempo de vuelo.
Otro aspecto curioso de este animal es que, a diferencia de las demás especies de raya, carece de aguijón venenoso en la cola. Por otro lado, estos peces habitan en zonas como las costas de Filipinas, Argentina y el Golfo de México y su población se vio diezmada en los años 90 por el descontrol en la caza con arpón.