La Operación Ballena, un operativo de alto impacto llevado a cabo por la Dirección Antidrogas (DIRANDRO) y la Marina de Guerra del Perú, frustró los planes de un grupo de narcotraficantes, denominados como 'trasteros', que pretendían alcanzar aguas internacionales con decenas de ladrillos de cocaína. En imágenes exclusivas de la operación, para Buenos Días Perú, muestran el decomiso de más de tres toneladas de alcaloide de cocaína.
Los "trasteros" utilizaban deslizadores o "pangas", embarcaciones equipadas con tres motores de 75 caballos de fuerza cada uno, equivalentes en potencia a una motocicleta de alto cilindraje.
Las tres toneladas de droga fueron llevadas al laboratorio de la DIRANDRO, donde se determinó que se trataba de droga de altísima pureza. En los próximos días, la investigación revelará el nexo internacional, específicamente, el emisario de los carteles mexicanos con nexos en Ecuador que orquestó toda esta salida. Según la DIRANDRO, la droga sería un encargo de los carteles mexicanos del narcotráfico, lo que explicaría la variedad de stickers y logos en bajo relieve de los ladrillos de droga.
Los "trasteros" habrían utilizado la playa Acapulco en Tumbes, a pocos metros de la frontera con Ecuador, para cargar los ladrillos en los deslizadores. La carga fue acondicionada en sacos de rafia y luego manchada con grasa para quemarla en caso de ser sorprendidos. No obstante, agentes de la DIRANDRO los detuvo antes que se concretara su salida.
Entre el 18 y el 20 de octubre, se intervinieron dos embarcaciones tipo lancha de 8 metros de largo y dos y medio de ancho, logrando detener a cinco trasteros ecuatorianos y un colombiano.
El éxito de la Operación Ballena radicó en la cooperación entre la DIRANDRO y la Marina de Guerra del Perú, a través de la patrulla marina Buque de Armada Peruana Río Tumbes. Esta operación es un ejemplo más de la lucha constante contra el narcotráfico que se lleva a cabo en el país.
