La severa contaminación que afecta las playas de Ventanilla, en el Callao, también se registra al interior del país. En las orillas del río Tambopata, en Madre de Dios, se puede apreciar plásticos, bolsas, costales y ropa. La situación se repite en todo el caudal, entre Madre de Dios y Puno.
Sin embargo, no solo son los ciudadanos quienes contaminan. También lo hacen las mismas municipalidades, cuyos camiones arrojan la basura en grandes cantidades. El río Itaya, en Iquitos, es otro caso similar, pues imágenes muestran los desperdicios acumulados en las orillas.
El río Huallaga en Tingo María es otro de los más afectados. El caudal recibe aguas servidas y abundantes residuos sólidos, y ocasiona daños en las zonas por donde pasa. Pese a los reiterados llamados a las autoridades, estas no han hecho nada por solucionar la situación.