Karen Schnetzer ha denunciado públicamente a una clínica veterinaria en Jesús María por supuesta negligencia y amenazas extorsivas. La denuncia se centra en el presunto maltrato que sufrió su gata de 15 años, que fue llevada a la clínica con un diagnóstico de pancreatitis.
Según Schnetzer, la gata sufrió daños adicionales durante su estancia en la clínica, específicamente heridas en la cara interna del muslo. Después de consultar a otros profesionales, se determinó que las heridas habían sido causadas por la infiltración de doxiciclina, un medicamento que fue administrado a través de una vía en la pata trasera de la gata. "La vía no estaba en buenas condiciones y, en lugar de que el medicamento pasara por la vena, pasó por el tejido subcutáneo, quemando, arrasando piel y músculo", explicó Schnetzer.
A pesar de la evidencia presentada, la clínica no reconoció el error y se refirió a la situación como "complicaciones". Después de confrontar a la clínica con la situación, Schnetzer comenzó a recibir llamadas extorsivas desde el penal de Cañete. En las llamadas, se hacía referencia específica a la denuncia que había presentado contra la veterinaria.
A raíz de las llamadas, Schnetzer presentó una denuncia por amenaza en la comisaría de Jesús María. A pesar de las evidencias presentadas, la veterinaria niega cualquier relación con las llamadas extorsivas. Sin embargo, después de que el caso se hiciera público, la clínica ha expresado su disposición a llegar a una conciliación, aunque niegan cualquier relación con las llamadas amenazantes.
"Espero que esta vez sí se llegue a una conciliación porque ya hubo una primera instancia y se cerraron", dijo Schnetzer, refiriéndose a las negativas previas de la clínica a reconocer su error y a asumir responsabilidad.
Schnetzer ha recibido mucho apoyo de la comunidad de amantes de los animales, quienes han ayudado a que este caso llegue a los medios de comunicación. Mientras tanto, espera la respuesta de la clínica y sigue luchando por la justicia para su gata.
